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domingo, 25 de septiembre de 2011

FÚTBOL Y MUERTE

violencia en el futbol

Ayer sábado 24 de septiembre del 2011, después del final del partido del clàsico peruano de fútbol peruano entre Universitario y Alianza Lima, se produjó una desgracia. Barristas de Universitario agredieron a un hincha de Alianza Lima, arrojándolo del palco y provocándole la muerte.


Esta tragedia de un joven de apenas 23 años, nos hace reflexionar sobre lo enferma que esta la sociedad no sólo de Perú sino en general de Latinoamérica.

La violencia en el fútbol revela el nivel de una sociedad cuya mentalidad esta marcada por la estupidez y maldad de gente que utiliza como pretexto el supuesto "amor" a una camiseta para expulsar la podredumbre que tienen en sus mentes.

El caso de Argentina, es el más severo en Sudamérica, en los estadios de ese país se respira en las tribunas un aire de preocupante intolerancia que con frecuencia se ha desbordado y provocado muchas muertes en los últimos años y aun cuando las autoridades de ese país han tomado diversas medidas para atenuar esa violencia, como por ejemplo jugar sin público o que sólo entren hinchas de un equipo, aun así por presiones mediáticas e intereses comerciales siempre se ha cedido a ser más estricto con las sanciones y se ha vuelto al círculo vicioso de la violencia.

La vez pasada veía un pequeño ejemplo de esa estupidez y maldad en un partido de Boca Juniors, cuando un par de imbeciles desde la tribuna cerca al punto de corner le lanzaba escupitajos al jugador Juan Román Riquelme, realmente indignante, pero no crean que eso es algo esporádico, eso pasa siempre, lo que ocurre que en esa vez las camaras estuvieron en el momento preciso enfocando a un jugador de renombre en el fútbol argentino.

Volviendo al fútbol de Perú, lo sucedido ayer en el estadio Monumental de Universitario, revela la falta de previsión en cuanto a medidas de seguridad dentro del estadio. Con que facilidad entran las botellas de licor a las tribunas, con que tranquilidad entra gente drogada, pandilleros que llevan palos, la verdad es indginante, pero no es sólo cosa de Universitario , en general hay una sociedad enferma en Peru, Argentina y en otras partes de Latinoamérica, la estupidez ha inundado los cerebros de los más jovenes y no entienden que el fútbol es sólo un juego y no una guerra. Matarse por banderolas, camisetas o un partido de fútbol es una de las formas más imbeciles en que el ser humano demuestra su verdadera condición mental.

Como se sabe, esta violencia va más allá del fútbol, cada vez hay más pandillas en todas las zonas marginales de los países latinoamericanos, cometiendo robos y asesinatos con toda impunidad. Aquí en Perú aún recordamos el caso de la chica joven profesional que falleció luego que fuera arrojada del omnibus en marcha por uno de esos "barras bravas" que salía del estadio.

En general la delincuencia en Latinoamérica, sigue creciendo, el principal problema de nuestros países es la seguridad, en eso todos los países salen desaprobados, unos peores que otros, pero todos jalados, ya basta de estarse jactando de que estamos creciendo en economía, preocupense por la seguridad que es lo vital para vivir en paz.

En Argentina, esos malditos que hace poco, secuestraron y asesinaron una niña, son justamente las expresión más clara de la maldad que se ha desarrollado hasta su expresión máxima. ¿Y cual es la simiente de ello? Esos padres estúpidos que no se preocupan de darle ejemplos de valores a sus hijos, que los dejan a su libre albedrío bajo la influencia de gente recorida que a su vez los convertirá finalmente en la lacra de la sociedad.

Los pandilleros esos que tienen sus cobardes líderes y que atacan en hordas, son pues, la simiente de los más avezados delincuentes de hoy. La primera responsabilidad de que los chicos se vuelvan pandilleros es de los padres y luego de maestros en los colegios que no educan nada, pero también de los medios que contribuyen a ello, exaltando muchas veces las figuras de personajes delincuenciales.

Finalmente debo decir, que bueno, nada pasará sino hay fútbol y menos si se clausura ese estadio Monumental por un tiempo. Es hora de tomar medidas radicales, y a esos delincuentes que mataron al hincha de Alianza lima, todo el peso de la ley, sin contemplaciones.

Nuestro más sentido pésame a la familia del joven Walter Arturo Oyarce Domínguez, ahora está con Dios.



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