Parece sorprendente pero cada vez hay una mayor concordancia y convencimiento por parte de pensadores y gente estudiosa en lo referente a que las fuerzas espirituales que son leyes del universo, son reales; claro eso no es algo que se pueda probar científicamente, pero después de tantos ejemplos en donde entran en juego la percepción y lo supraracional que lo corroboran; ya no se puede negar que estas fuerzas existen.
Existe una gran ley del Universo, de la cual se derivan todas las demás; leyes que si las descubrimos y aplicamos, atraerán hacia nosotros toda la felicidad y el éxito que podamos concebir.
Es raro para el común de la gente incrédula pensar que fuerzas invisibles van a conspirar a nuestro favor cuando entramos en concordancia con nuestro interior y cuando queremos lograr propósitos que hasta pueden parecer imposibles. Pero ya no se puede dudar de eso, puede resultar inexplicable, pero la cuestión fáctica, es que esto se da. Y como se dijo hay muchos ejemplos que lo pueden corroborar, sabemos que es ilógico; pero a la vez es fantástico pensar que cuando uno está dispuesto a conseguir objetivos muy complicados, que a primera vista parecen inalcanzables, si uno se entrega al proceso espiritual existen esas fuerzas internas y milagrosas que nos van a ayudar.
Sin embargo a pesar del escepticismo, por nuestro deseo ferviente de triunfo, por ser audaces, constantes y entregarnos a un proceso de automejoramiento somos capaces de lograrlo. Muchos casos de la Humanidad nos prueban que esto es real, y es que cuando entramos en el proceso poco a poco, paso a paso, se dan pequeñas victorias que nos indican el buen camino, esto nos estimula a seguir adelante y finalmente nos conduce en la dirección correcta al triunfo esperado.
¿Por qué se produce esto? ¿Es obra de Dios? ¿Por qué el Universo nos ayuda cuando adoptamos una actitud positiva frente a la vida? Ya no puede ser casualidad este misterio inexplicable de las fuerzas invisibles del universo que se presentan como circunstancias, accidentes, sucesos o hechos que derivan en las condiciones justas para poder lograr nuestros objetivos. Esto se puede lograr entregándose al proceso y aceptando la gran Ley universal.
Tampoco hay que entenderlo todo, lo básico aquí, es saber que esas leyes del Universo existen, que esas fuerzas mágicas están a nuestro alcance, que están presentes en tanto tengamos una disposición al cambio, que vienen a nosotros cuando anteponemos lo espiritual a lo material, que nos ayudan cuando somos perseverantes, que nos premian con milagros cuando tenemos fe.
Pronto más sobre este tema...
Mardam
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