Una idea penetra en nuestro subconsciente con
mayor fuerza cuando la predisposición anímica está en consonancia con el
mensaje que sugiere dicha idea. Es por ello que una palabra bien o mal dicha
puede desencadenar un proceso de sanidad o enfermedad.
Si se desea
estar bajo la influencia de pensamientos sanos y de prosperidad debe crear las
condiciones para lo cual debe establecer un estado psíquico receptivo.
Por ejemplo en
la hipnosis se borra la actividad consciente de forma que el subconsciente lo asocie al sufrimiento.
En la
autosugestión se debe crear una condición mental similar, es decir, pasividad
de las facultades conscientes tales como voluntad, juicio y razón, tanto como
sea posible, asimismo un estado más bien somnoliento propicio para que el subconsciente absorba solo las ideas que consideremos beneficiosas y se vean
bloqueadas aquellas ideas antagónicas
que provienen de un natural análisis y razonamiento.
Para la autosugestión
en este caso esas dos cosas, el análisis y razonamiento sirven antes de la
autosugestión para decidir que ideas sugeridas nos favorecerán, pero una vez se ha
ingresado en el proceso se debe suprimir lo mas que se pueda el aspecto
consciente reducido a un ligero contacto con el subconsciente. Una vez en el
proceso se debe dejar llevar.por este último.
Finalmente señalaremos que para lograr el
estado físico apropiado Pail C. Jagot en su libro “Autosugestión y Sugestión”
menciona lo siguiente:
“Para ayudar a
que se produzca ese estado físico favorable, situaos en una semioscuridad o
mejor aun, en una oscuridad completa ligeramente atenuada por la luz de una
mariposa o de una lamparilla de alcohol, fulgor destinado a inmovilizar la
mirada. Esa fuente luminosa será, sin embargo, dispuesta de manera que la vista
no se fatigue. El tictac apagado de un despertador, de un péndulo, de un reloj
que se oiga bien, ayuda asimismo a lograr la pasividad mental”
MARDAM
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