La autosugestión corresponde a uno de muchos fenómenos que tienen lugar en la mente del ser humano; se considera un estado psíquico, en el que una persona puede ser inducida a un estado de relajación por alguien más para captar y adoptar las ideas y pensamientos que éste le proponga.
Por el contrario, la autosugestión se manifiesta cuando el propio individuo trabaja en
sí mismo para reemplazar cualquier hábito o pensamiento.
Consejos para fortalecer y desarrollar la autosugestión
Para realizar una correcta autosugestión es sustancial tener en cuenta los siguientes puntos:
Concentrarse profundamente en aquello que se anhela
alcanzar.
Se debe tener en la mente una imagen que sea positiva, una causa, hecho, situación o
actitud que cause un sentimiento de bienestar. Siempre que sea posible se debe
pensar en los resultados de metas y logros.
Eliminar complemente la creencia de que dichos métodos
son ineficaces o que todo esfuerzo será inútil. Es requerido alterar éste pensamiento por alguno que aumente la
confianza en dichas prácticas, como, por ejemplo: «Soy completamente capaz de concentrarme en mis proyectos» o «Enfocarme
en una tarea, por arduo que sea, me resulta simple».
Es importante reemplazar
las palabras; para que una técnica de autosugestión
sea efectiva es indispensable emplear imágenes
mentales. Éstas pueden ser las vacaciones que tanto se anhelan, la
libertad, el dinero, amor, trabajo, etc.
Autosugestión aplicada diariamente
Hay que destacar la influencia de estos métodos frente
a la vida cotidiana, puesto su impacto es más significativos de lo que parece.
Una gran parte de los pensamientos que se emiten no son más que producto de unas
consecuencias de creencias, en otras palabras, las acciones e ideas surgen a
partir de costumbres o son influenciadas por otra persona, sin embargo, casi
nunca se realiza la siguiente incógnita: ¿Por qué? Buscar la razón del hecho,
¿qué fue lo que motivo tal acto?
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