Se puede considerar una ciencia
madre, que se enfoca en la relación entre el ser humano y
el conocimiento, belleza, lenguaje, existencia, moral y diversos campos que
engloban el descubrimiento de la convivencia y pertenencia del hombre. Esta materia se estableció en
la antigüedad y se ha sostenido hasta la actualidad.
A lo largo de su historia se manifestaron directa o
indirectamente una amplia cifra de disciplinas; desde las matemáticas hasta la
crítica literaria, y los conceptos humanísticos hasta los objetivos.
Características de la filosofía
Entre las características de esta ciencia
tenemos las siguientes:
· • Expansión:
La filosofía engloba un amplio grupo
de ramas que tienen como finalidad constituir una idea general y común para que
las verdades del universo puedan ser comprendidas por las personas. Las
personas tienden a alejarse del circulo de ignorancia y superstición para
adentrarse en el conocimiento y búsqueda de la verdad, la cual ha de ser
comprobada mediante el empleo de diversos métodos. Esta disciplina tiene como
objetivo gestionar y organizar los pensamientos a partir de la verdad, modelo o
principio de forma en la que se pueda presentar una serie de ideas coherentes
sobre un tema en específico.
· • Transversalidad:
Las materias que conforman la filosofía
mantienen un interés por las bases que giran entorno al conocimiento y conducta
humana. Por ende, las ramas de esta doctrina abarcan temas desde la ciencia
hasta las humanistas. Su perspectiva del mundo y de lo que le rodea es muy
peculiar, ya que se centra en el saber del inicio y verdad de las cosas, la
existencia y todo aquello que conforma la realidad. Por lo tanto, busca indagar
mediante distintas perspectivas enfocado en las respuestas más lógicas y
accesibles.
Las aplicaciones de la filosofía a la sociedad
Las aplicaciones de la filosofía como tal, pueden sentirse
limitantes, no obstante, su practica es
eficaz para hallar falacias y combatir modelos de pensamiento o prejuicios, que, en vez de buscar beneficiar a la
sociedad, profundiza en los errores. Por tanto, se considera que los pensadores, son simplemente increíbles
observadores del camino que rige la
humanidad.
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