Claves para convertirse en una persona segura

La confianza y seguridad es una emoción determinante en la vida de los individuos. La inseguridad puede alterar la perspectiva de las personas y hacer miserable su propia existencia, por tanto, la confianza en uno mismo es sustancial para la adquisición de valores responsables del éxito personal y profesional de los individuos.

Claves para convertirte en una persona segura

Superar los miedos es vital para construir una personalidad capaz de sobrellenar las contrariedades de la vida. Por ende, se debe tener en cuenta los siguientes puntos:

·      Construir un comportamiento potenciador: El autoconcepto depende en gran medida de la forma en cómo la persona define su propia personalidad y forma de expresarse. En otras palabras, para elevar o reducir significativamente la autoestima es imprescindible contar con habilidades que consientan la seguridad, confianza y comodidad.

·    Controlar las emociones negativas: Comprender el estado de ánimo es sustancial para alcanzar la madurez emocional. Con simplemente expresarse de la siguiente manera «me siento mal» u «hoy no es mi día» genera una respuesta negativa que el inconsciente atiende y reproduce constantemente; el principal fundamento para superar dichas respuestas es entender la situación, ya sea producida por el miedo, ansiedad, culpa, vergüenza, falta de interés, depresión, bajo concepto personal, etc.

·    Aplacar las ideas negativas; cada sensación que se experimenta está acompañada de un pensamiento propio. Es necesario señalar las ideas que producen miedo, estrés o ansiedad y tratar de reemplazarlas por otras que motiven y ayuden a elevar la confianza en el individuo. Las situaciones más propiciadas son: Al tratar de resolver un problema, enfrentarse a un reto o decidir sobre ciertos temas de vital importancia.

Consecuencias de ser inseguros

Cuando las emociones alcanzan un alto grado de intensidad tienden a interferir con la vida cotidiana de las personas, puesto que la duración y frecuencia de las misma se extienden dando cabida a diversos trastornos psicológicos. 

La vergüenza, ansiedad, miedo y tristeza forman parte de diversos estímulos que no sólo afectan gravemente la salud emocional, sino que deteriora lentamente los órganos y sistemas neuronales.