Las razones para que un individuo sea incapaz de pedir ayuda o aceptar el consejo de otro tienden a ser muy diversas al punto de cuestionar distintas áreas de interés personal.
Sin embargo, estas parten de dos
clasificaciones: Las personas que no tienen conocimiento al respecto o aquellos
que tienen miedo de la respuesta. No
obstante, también existen ocasiones en la que ambos factores afectan a los
individuos.
Negarse a la ayuda de otras personas no sólo puede significar
perder posible información valiosa, sino hacer un mayor esfuerzo sin conocer
aquello que se está haciendo. Se debe tener en cuenta que el ser humano por naturaleza requiere la ayuda
de otros individuos para avanzar u
optimizar procesos.
¿Por qué nos cuesta pedir ayuda?
Si bien, es natural que las personas se
preocupen en cierta medida de lo que otros puedan pensar; obsesionarse por la
idea tiende a ser arriesgado para el desarrollo del individuo.
Las practicas que suelen emplear se
complementan con diálogo al estilo: « ¿Qué
pensará si le pregunto esto?», «No quiero molestar a nadie» o «Sé lo que estoy
haciendo, no necesito la ayuda de alguien».
Una de las acciones más autodestructivas para
el individuo es actuar como arrogante y
soberbio, ante poniendo su egoísta deseo en vez de aceptar sus errores.
La importancia de pedir ayuda
Es sustancial comprender que la ayuda de otro
individuo facilita muchas situaciones que pueden parecer complejas. Por tanto,
hay que tener en cuenta lo siguiente:
·
Preguntar
a la persona indicada.
·
Considerar
si es importante pedir ayuda.
·
Expresar
correctamente la incógnita.
·
Ser
cordial.
Es natural para individuos con baja autoestima sentirse humillado al pedir ayuda o un consejo a otra
persona; sin embargo, se debe adaptar a la idea
de que esto no es más que una acción que demuestra interés por el aprendizaje y valentía al aceptar que
se ignora una información.
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