La forma de hablarse a si mismo tiende a ser la
principal razón de tomar una perspectiva negativa de la realidad. Las emociones y el comportamiento se encuentran explícitamente ligados al diálogo que
cada individuo imparte sobre sí mismo; por ende, es sustancial reemplazar y
disminuir las ideas tóxicas y poco
productivas por otras que estimulen y apoyen los deseos personales.
Consecuencias del diálogo interno negativo
El dialogo interno negativo acarrea las siguientes
consecuencias:
·
Ira.
·
Ansiedad.
·
Tristeza.
·
Problemas
sociales.
·
Conflicto
de conducta.
·
Trastorno
de personalidad.
·
Vergüenza.
·
Culpa.
¿Cómo detener el diálogo interno negativo?
Tratar de detener la mente es técnicamente imposible, puesto que se mantiene en
constante movimiento al gestionar los órganos y procesos neuronales vitales
para la supervivencia del ser humano.
Sin embargo, reemplazar las ideas y pensamientos negativos por otras más estimulantes
consta de los siguientes puntos:
· Comprender
la relación que existe entre comportamiento,
pensamiento y sensación: Toda emoción viene acompañada de un pensamiento; puesto que son inseparables, la forma más eficaz de
tranquilizarse es ideando una escena que se considere placentera. Mientras más
fuerte sea la emoción, más
probabilidades existen para redirigir el estado
de ánimo.
· Emplear el
razonamiento para clasificar las emociones: Un pensamiento irracional
únicamente crea conflictos que, en primer lugar, no existiría sin la presencia
de éste. Por tanto, un estilo de pensamiento
crítico y analítico no sólo fomenta el deseo de construir o buscar una
solución, sino que regula el estado emocional y pretende contrarrestar el
efecto originado por el problema.
·
Indagar en
las asociaciones cognitivas: Ciertos sistemas tienden a consentir el mal humor,
ansiedad y estrés en el individuo; es sustancial que la forma de obrar, sentir
y pensar envía señales positivas al inconsciente.
Cómo la persona
hable y converse de sí misma es sustancial para el correcto desempeño de sus
funciones, debe tener en cuenta adoptar una personalidad más positiva, puesto
que, si existe una contradicción entre la forma de hablar, pensar, sentir y actuar, se mostrará una mayor
resistencia y dificultad para cambiar.
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