Baruch Spinoza era un pensador y filosofo nativo de Holanda, quién fue considerado
el exponente más moderno del panteísmo, también uno de los tres filósofos
racionalista más influyente del siglo XVII. Nació el 24 de noviembre del año
1632 en Ámsterdam y fallece el 21 de febrero de 1667 en la Haya.
Según la teoría de Baruch
Spinoza determina que el cuerpo y la mente son los mismos, si se ven desde
dos ángulos diferentes. Estableciendo que la mente es la idea del cuerpo y este
viene siendo el aspecto extenso de la mente. La sociedad lo hostigó por su
crítica racionalista de la ortodoxia religiosa,
por el concepto de un dios impersonal y por el rechazo de la libertad de la
voluntad.
¿En qué consiste el pensamiento de Baruch Spinoza?
El pensamiento de Baruch
Spinoza postula que se debe alcanzar el saber
partiendo de ideas, que probablemente en su primer esbozo sean inclusive
inadecuadas, considerándolas aislada o individualmente.
Cabe destacar que, viene siendo el conocimiento de la determinación
de las cosas lo que proporciona la libertad humana, una vez que el determinismo
sea entendido y a su vez aceptado por el hombre, este puede actuar racional y
libremente desde esas “reglas de juego” por lo que no hay libre albedrío, todo
se ha determinado.
Por otra parte, tenemos que, el pensamiento
político y ético según Spinoza se
enfoca en el funcionamiento del Estado al
darle protección a sus integrantes de la injusticia a través de los dictámenes
de la razón, lo cuál indica que se debe practicar la tolerancia, un factor
esencial que garantiza la libertad.
¿Porqué es importante para Baruch Spinoza la moral social?
Baruch tomó mucho interés por la moral social tanto el “Tratado teológico –
político” así como el “tratado político” que fueron
publicados respectivamente en el año 1670 y 1677 siendo el segundo póstumo.
En estas obras representa de una manera realista a los hombres tal cual son, no como deberían ser,
expresando de esta manera “todo lo que es, en cuanto es, intenta perseverar en
su existencia” esto determina que los humanos
accionan siguiendo el instinto de conservación.
Tanto la ley, como el derecho y la moralidad existen por el Estado, pero este se basa en una convención social por lo cual los particulares acuerdan limitarse de manera
mutua en sus acciones.
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