Las ciencias ayudan a comprender cómo y por qué funciona el universo, facilitando el conocimiento para que el hombre vislumbre el potencial y las limitaciones de la naturaleza; facilitando que, él mismo, a través de su ingenio y capacidad, pueda modificarla o predecirla. Entre ellas, se encuentra la ecología, una de las ciencias más duras de la actualidad.
¿Qué
es la ecología?
Es la rama de la biología que estudia las relaciones de los organismos vivos entre
sí y con su entorno, motivo por el que se denomina ‘biología de los ecosistemas.’
Hace referencia a las interacciones de todo
animal o planta con su entorno, y de qué forma influye sobre éste propiedades
como la distribución o población.
La ecología
se limita a indagar en los siguientes factores:
·
Bióticos:
cambios ejercidos por las especies vivas, bien sea la fauna o flora, que
disfrutan del entorno.
·
Abióticos:
fenómenos capaces de alterar el entorno, pero que no se originan de organismos
vivientes. Por ejemplo, la geología y climatología entran en esta categoría.
¿Qué
es un ecosistema?
En el ambiente se incluyen propiedades físicas
y químicas, que pueden ser descritas como la suma de diversos factores.
Los ecosistemas
interactúan entre ellos, junto a los organismos (independiente del tamaño), comunidades
de animales o plantas y componentes no vivos que les integran.
Cada uno cumple con su proceso de producción
primario, pedogénesis, ciclo de nutrientes y diversas actividades de
construcción del hábitat que permiten el transporte de los bienes por el
entorno.
Cuentan con las funciones requeridas para
sustentar la vida y producir tanto el capital natural como la producción de
biomasa (medicamentos, fibras o combustibles), ciclos biogeoquímicos, formación
del suelo, filtración de líquidos, protección contra inundaciones o control de
la erosión y otra serie de elementos naturales que pueden convertirse en un
importante activo para la ciencia, historia o economía.
Evolución
La ecología
tuvo su debut en la antigüedad, en mano de los filósofos Hipócrates y
Aristóteles, cuyas investigaciones establecieron las bases de la ecología sobre la historia natural. A
diferencia de la ecología moderna, la antigua abarcaba un rango menor.
Los conceptos sobre la selección y adaptación natural,
fueron capaces de revolucionar la materia a tal punto que, de no tener protagonismo,
pasó a ser una de las doctrinas más rigurosas del siglo XIX.
Tiene fama de ser multidisciplinar. Sus
procesos, cambios, estudios y herramientas empleadas, están estrictamente
ligadas a la biología evolutiva, genética, etología, climatología y un gran
catálogo de materias diversas.
Un ecólogo tiene como objetivos iniciales:
- ·
Explicar
los procesos de vida, adaptaciones e interacciones.
- ·
Comprender
el desarrollo sucesional de los ecosistemas.
- ·
Predecir
el movimiento de bienes y energía a través de las comunidades.
- ·
Vislumbrar
la población y distribución de los organismos vivos y de la biodiversidad en
entornos concretos.
Por su parte, las aplicaciones prácticas más
destacables de la materia son:
- ·
Biología
de la conservación.
- ·
Manejo
de los humedales.
- ·
Manejo
de los recursos naturales. Incluye actividades como la agroforestería, pescadería,
agroecología, silvicultura, ganadería o agricultura.
- ·
La
planificación social o ecología urbana.
- ·
Economía.
- ·
Ciencia
básica aplicada.
- ·
Interacción
social humana o ecología humana.
- ·
Salud
comunitaria.
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