QUÉ SON LOS FACTORES BIÓTICOS

 

Los factores bióticos hacen referencia a una serie de organismos vivos capaces de moldear la forma de un ecosistema. Bien puede hacer hincapié en la flora (vegetación) o fauna (animales) de un lugar y en sus interacciones.

¿Qué son los factores bióticos?

Con frecuencia, la evolución les dota de un comportamiento y características fisiológicas que faciliten su supervivencia y reproducción.

Se establecen condiciones de compartir, en un ambiente con competencia u otras interacciones entre especies, recursos como el alimento, espacio físico, fuentes de agua, zonas seguras, etc.

Dichas condiciones, al ser modificadas, cambiarían el comportamiento de las mismas poblaciones. A estos se le conoce como factores bióticos.

En contraste, se vislumbran los factores abióticos: aquellos que no están vivos; ni forman parte ni son productos de un organismo viviente.

Tipos de factores bióticos

Los miembros de la cadena trófica se distinguen en:

·        Autótrofos: organismos con la capacidad de elaborar o sintetizar sus propios alimentos a partir de sustancias inorgánicas, ya sea agua, sales minerales o CO2. Las plantas dominan esta categoría.

·        Heterótrofos: organismos sin la capacidad de producir su propio alimento. Buscan satisfacer su necesidad consumiendo lo ya sintetizado. Los animales predominan en la cadena.

·        Descomponedores: organismos que prefieren alimentarse de materia orgánica en descomposición. Entre ellos, se encuentran las bacterias, levaduras, hongos, pluricelulares y unicelulares.

En este ciclo resaltan los siguientes eventos:

·        Escenario mutualista: donde dos o más especies se pueden beneficiar unánimemente. En este caso se distinguen las relaciones polinizador-flor y hongo-árbol.

·        Ingenieros de ecosistemas: hace referencia a animales cuyas acciones facilitan las condiciones de un hábitat para atraer nuevas especies.

¿Qué es una especie clave?

En relación a la abundancia, se considera que el impacto de las especies clave es excesivo en su hábitat natural. Como en el caso de los erizos de mar.

Estos producen, en consecuencia, un efecto desproporcionado sobre el medio ambiente, logrando afectar a muchos otros organismos o facilitar la clasificación de tipos y números de otras especies en una misma comunidad.

Son protagonismo en el ecosistema es análogo al de la clave en un arco: la clave es la pierda que recibe menor presión entre todas las que integran un arco; sin embargo, exiliándola, el mismo colapsaría.

Asimismo, un ecosistema, sin sus respectivas especies claves, experimentaría un cambio dramático. Incluso si es una organismo insignificante en medida de productividad o biomasa.

Se pueden distinguir dos tipos de especies clave:

Depredador

Muchas estrellas de mar se encuentran en esta categoría cazando erizos, mejillones y otros maricos que, por naturaleza, no tienen depredadores.

Por tanto, la extinción de las estrellas de mar ocasionaría que la población de mejillones y erizos explote, alterando radicalmente el ecosistema tal y como se conoce.

Sin embargo, no necesitan ser superdepredadores, en este caso, las estrellas de mar son presas para los anémonas de mar, rayas y tiburones.

Ingeniero

En el norte de América, el oso pardo cumple con la función de ingeniero de sistema, ya que facilita el acceso de nutrientes desde el ecosistema oceánico hacia el ecosistema del bosque.

La primera etapa de transferencia es realizada por el salmón, quién escala los ríos contra la corrientes, y son capturados por los osos. Movilizan a sus presas a un terreno seco y dispersan las heces ricas en potasio y nitrógeno sobre los cadáveres.