La incapacidad de poder pensar por cuenta propia conlleva a la evasión. Las ideas producidas se obtienen gracias a los pensamientos de otras personas, que tiene como fin explotar las capacidades de los demás para su beneficio individual.
En estos
casos, no se conoce el origen de las ideas ni el porqué de las mismas,
simplemente aparecen.
Causa de la evasión
No se conoce el origen exacto de los
hechos, entorno y consecuencias que estos conllevan; al no tener la capacidad
para soportar o lidiar con los conflictos externos es preferible pensar en
otras cosas, escapar de la realidad para entrar en un mundo completamente
aislado de ésta.
Los sistemas
han programado a las personas para que no puedan escapar al mundo real; pero al
hacerlo, se encargan de que no se sientan capaces para afrontar los conflictos y tomar la responsabilidad.
Éste método se construyó con el fin de tener
el poder sobre la población, siendo impuesto por las personas que rigen el
mundo.
Consecuencia que se deriva de la evasión
La evasión condiciona otros rasgos y sentimientos, como,
por ejemplo: La depresión, angustia, impotencia, agresividad, incomunicación,
inseguridad y miedo.
Puesto que desconfía de todos y todo
aquello que lo rodea; no comprende el arte
de dialogar, únicamente se imponen emociones,
creencias e ideas con el efímero fin
de imponer su presencia o que lo noten. Para hablar serenamente se debe
anteponer el pensamiento crítico y
analítico, no obstante, se torna imposible al no saber cómo.
Esto conduce a
un ambiente auto destructivo y codiciosamente tóxico donde, al no comprender la
fuente de los conflictos o lo requerido para deshacerse de ellos, aumenta el
resentimiento sobre su entorno.
En consecuencia, el sentimiento de impotencia obliga al
individuo a buscar un medio de desahogo; el cual suele hallarse en las
constantes quejas, convirtiéndose en un ciclo sin fin.
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