Aún con los grandes avances en la neurociencia y psicología, los
mayores expertos siguen sin comprender, la mente
en su totalidad, o atribuirle un lugar más allá del propio cerebro.
En lo que respecta, dicho órgano albergar la capacidad
de generar vida mental, aunque no se considera un hecho acertado.
El
poder de la mente
En la Teoría Dualista de Descartes, que
posiblemente es el primer intento en la historia de localizar la vida mental dentro del ser humano, se propuso la glándula pineal como
una estructura en la que se origina el privilegio del pensamiento.
Sin embargo, toda creación conceptual quedó
deshecha en el momento en que se negó la posibilidad de la existencia del alma.
Descartes, por su parte, era un firme defensor de la división entre cuerpo y espíritu, dos
conceptos que en el ámbito son incapaces de sostenerse.
Muchas de las ideas del filósofo francés, son
rechazadas por la ciencia moderna. A menos, claro está, que el concepto de lo
que él hacía referencia como alma sea
transcendido a mente.
Al igual que Descartes, los expertos tienden a
atribuirle al cerebro la fuente de
toda la psique.
La especie humana, tiene la tendencia de crear
una categoría para todos los fenómenos de la realidad. Por tanto, supone que
existe, el bien llamado mente, la
cual se encarga de generar los pensamientos, decisiones y emociones.
Tras muchas décadas de estudio,
surgió el mito de que solo se usa el 10 por ciento de la capacidad cerebral, lo
cual es tan falso, como el hecho de que solo se optimiza una pequeña parte de
los recursos mentales.
Asimismo, el hombre ha inventado
toda la clase de fenómenos anómalos, entre los que destacan la psicoquinesis,
telequinesia o telequinesis, que obvian el pensamiento lógico, presumiendo que
existe una energía inhumana que emana desde las zonas más profundas del hombre.
El
misterio del funcionamiento del cerebro
La intriga que ha causado el cerebro ha provocado miles de
investigaciones sobre su funcionamiento.
En consecuencia, los científicos han maravillado a la humanidad con diversas
herramientas para mejorar ciertos procesos. No como facultades extraordinarias
e inhumanas, sino, por ejemplo, para aprender habilidades en menos tiempo o
potenciar otras.
De acuerdo al historiador griego,
Plutarco, el cerebro “no es un vaso por llenar, sino una lámpara que iluminar.”
Más que mirar hacia fuera, se debería prestar atención adentro para desentrañar
las propias limitaciones.
En la última era, donde la presión ejercida
por el demandante estilo de vida vuelve frágil a la mente, el coaching apareció
por la necesidad de una buena administración de los recursos mentales y carente
dominio sobre la vida propia.
Entonces, cobraron importancia las innovadoras
técnicas de programación neurolingüística o PNL, que ayudan a desaprender
patrones de comportamientos limitantes.
De estas teorías se basan muchos
cursos, como Mente Poderosa del coach Juan Calor Rodríguez.
Se orienta a “abrir la mente” desde
la vertiente curativa y del liderazgo. Un ejercicio dedicado a los
profesionales y empresarios cuyo objetivo es, a través de un consistente
mensaje, sacar a relucir el ego que todos guardan y, en su lugar, despertar al
líder que pueden ser.
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