Jean Paul Sartre nació en 1905. Se dedicó por completo a la filosofía, no obstante, es reconocido por ser dramaturgo, novelista y un activista político francés.
Jean
Sartre se consideró uno de los
grandes personajes principales en las ideas del marxismo francés y el
existencialismo durante el siglo XX. El existencialismo
que promovía Sartre alababa la
necesidad del individualismo y libertad del hombre, se esforzó tanto que logró
influir en las teorías críticas, estudios
literarios, sociología y practicas humanistas similares. Por otro lado,
tuvo tiempo para involucrase en un romance con su compañera de trabajo, la
filósofa Simone de Beauvoir.
El Pensamiento de Jean Sartre para la filosofía
De acuerdo con las creencias de Sartre, la existencia corresponde a la realidad, y
el ser humano está destinado a la libertad. Él decide definir a la humanidad
como una existencia consciente. Es
decir, el hombre se puede distinguir de lo que le rodea porque es un ser
completamente consciente, tanto de acciones como de pensamiento.
El
existencialismo, expresa la
idea de que el pensamiento filosófico
inicia con el individuo, no sólo teniendo en cuenta su pensamiento, sino sus sentimientos, acciones y vivencias. El
hombre, no es únicamente capaz de concebirse a sí mismo, sino que es como desea
ser. En otras palabras, el ser humano se define de acuerdo a las decisiones que
toma.
La
posición de la libertad en el existencialismo según Jean Paul Sartre
Sartre resaltó en numerosas ocasiones que el existencialismo está altamente conectado
con la libertad del ser humano, afirmando que estos deben ser totalmente libres
de las convicciones ajenas, con la condición de tomar responsabilidad sobre sí
mismos, las demás personas y el resto del mundo. De igual forma, expuso que, al
ser libre, el hombre se vuelve dueño de su camino, por lo tanto, la existencia
precede a su esencia.
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