Jürgen Habermas es considerado uno de los sociólogos y filósofos más imponentes del siglo; incluso catalogado como el teórico alemán más influyente después de Heidegger.
La repercusión de su trabajo se liberó de
innumerables críticas desde que se lanzó al público su primer ensayo sobre la
opinión de las masas a principio de los años sesenta; pero, sobre todo, comenzó
a ganar un mayor reconocimiento a partir de 1981, gracias a sus diversas obras filosóficas características de la
segunda mitad del siglo XX.
La Pragmática Universal de Jürgen Habermas
La
Pragmática Universal se centra
en estudiar detalladamente el hecho de las distintas formas de comunicación y
los hechos del habla, dando crédito a la diferencia entre aspectos ilocutuvos y
locutivos, enseñando que existe una doble estructura durante el proceso de
relación entre el emisor y receptor.
Tanto el contenido ilocucionario como el
proposicional deben ir apoyados entre sí, de tal modo que sea posible una
comunicación más intima entre los hablantes.
En otras palabras, la comunicación no sólo
depende de la información compartida, sino también de la influencia emocional
entre los involucrados. Jürgen Habermas desea representar con la pragmática universal una novedad frente a la corriente dominante en
la lingüística, en donde se prima el
aspecto cognitivo de los receptores
y se rescata el sentido comunicativo del habla.
El
discurso y la situación ideal de habla según Habermas
La manifestación de racionalidad que se
presenta en la comunicación precede de un carácter
discursivo, ya que el éxito en la comunicación se debe a la alta
probabilidad de defensa argumentada.
Por lo tanto, se puede caracterizar el discurso
como el conducto por el cual los emisores son capaces de establecer
correctamente fundamentos razonables de sus ideas y las distintas pretensiones
que se originan de estas. Se reconoce el éxito en la comunicación cuando dichas
ideas son aceptadas por el receptor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario