Los procesos
mentales son considerados voluntarios, abstractos e involuntarios. Ésta
practica tiene protagonismo cuando los individuos buscan respuestas a ciertas
interrogantes sobre el entorno, los demás o su propia existencia.
Tipos de pensamientos
Existe un amplio catalogo de pensamientos, entre los cuales se
hallan:
Suave: Sus pensamientos
se caracterizan por presentar límites naturalmente difusos, guiándose por la
metáfora.
Duro: Defiende sus creencias y conclusiones de
cualquier tipo de contradicción;
influenciado por un estilo de pensamiento más perfeccionista.
Analítico: Presenta una alta capacidad creativa
para la alineación de información. Sus conclusiones surgen de la capacidad en la que se relacionan los pensamientos entre sí.
Creativo: El proceso imaginativo tiende a desarrollar soluciones ingeniosas y
únicas, muchas veces desobedeciendo normas fundamentales que pretenden ser
evidentes.
Convergente: Sostiene sus teorías sobre el
hecho en que diversos datos, que en un instante no tenía nada en común,
posteriormente se encuentran altamente vinculados.
Mágico: Atiende al estilo de pensamiento que no sigue una voluntad propia y no corresponde a la
capacidad para presentar o seguir planes.
Inductivo: Sus afirmaciones proceden de casos
extravagantes y distintivos, tiende a manifestar sus ideas orientándolas
generalmente.
Clases
de pensamientos
Los conceptos se producen a través de cierta
clasificación de pensamientos, los
cuales son:
Lógico: Basado en los hechos de lo que parece
evidente.
Científico: Sostiene sus bases teóricas para
determinar un pensamiento, desde
leyes, normas, conocimientos inspirados en datos, etc.
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